La visita del canciller alemán a la Argentina: negocios y sectores en juego con la más grande economía europea
Los proyectos abarcan energía, hidrógeno verde, biotecnología y sector automotor a partir de iniciativas público-privadas. La importancia clave del gas.
La visita del canciller (jefe de gobierno) alemán, Olaf Scholz, acompañado de una comitiva de funcionarios y empresarios, es una ocasión para reimpulsar una amplia serie de iniciativas en materia económica. Es la tercera vez que el presidente Alberto Fernández se reúne con Scholz, de quien fue el primer jefe de Estado que lo visitó luego de ser electo canciller, en 2021.
La agenda incluye acuerdos en “sectores clave” de la economía, señalaron fuentes oficiales, y mencionaron inversión y cooperación técnica en materia de energía renovable (eólica y solar, ambas asociadas a la producción de Hidrógeno Verde) y también de transición, como el proyecto de construir una planta de Gas Natural Licuado (GNL) para despachar por barco a Alemania y otros países europeos, hoy desafiados por el recorte de la provisión de gas ruso por vía de gasoductos.
Otros proyectos incluyen colaboración en materia de Economía del Conocimiento, Biotecnología, los sectores automotor, biotecnológico, farmaceútico y químico, además de proyectos de digitalización, infraestructura y tecnología médica.
En todos los casos lo que se busca, explicaron las fuentes, es promover iniciativas público-privadas para potenciar una agenda de complementación productiva y financiar proyectos “en sectores críticos, con foco en innovación y energía”.
Hora y lugar
A partir de las 19, las delegaciones de ambos países se reunirán en el Palacio San Martín, sede histórica de la Cancillería argentina. El ministro de Economía, Sergio Massa, y su contraparte alemana, la ministra de Asuntos Económicos y Acción Climática, Franziska Katharina Brantner, abrirán el encuentro, del que participarán también el sector empresario.

Brantner es una política joven (43 años) y en la coalición de gobierno que encabeza Scholz representa al Partido Verde, por el que fue diputada en el Congreso Alemán y en el Parlamento Europeo desde 2013. Su compromiso ambiental incluye su rol de coordinadora de la “Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas”, impulsada por varias ONG internacionales.
Alemania está especialmente interesada en el desarrollo del “Hidrógeno Verde”. De hecho, el alemán Instituto Fraunhofer hizo estudios sobre el tema para Río Negro, la provincia argentina más avanzada en la materia, que cedería unas 600.000 hectáreas en la meseta de Somuncura para la instalación de un enorme parque eólico.
La Fundación BioAndina Argentina dijo que algo así llevaría a la desaparición del Cóndor Andino, especie recuperada cuya existencia harían peligrar las aspas de los aerogeneradores en un área tan grande. El secretario de Planificación de Río Negro, Daniel Sanguinetti, calificó la versión de “alarmista” y destacó la creación del “Instituto del Hidrógeno Verde” para investigar los efectos ambientales y temas químicos y sociales asociados al proyecto. La meseta de Somuncura, explicó en su momento a Infobae, “no es una zona ni productiva, ni habitable; casi no hay actividad humana”.
Cuarta economía mundial
Alemania es la cuarta economía mundial (detrás de EEUU, China y Japón), la más grande de la Unión Europea y un importante socio comercial de la Argentina, al punto de que explica el 24% de las compras nacionales al viejo continente. En 2022 el saldo comercial bilateral arrojó un déficit de USD 1.835 millones para la Argentina. Alemania es el cuarto proveedor internacional del país, aunque el 3,3% que explica de las compras argentinas está lejos de las cuotas de China (22%), Brasil (20%) y EEUU (13%).

Argentina le vende combustibles y lubricantes y carne vacuna (en buena medida vía la valiosa “Cuota Hilton”), pero mucho menos que antes. Un hito negativo ocurrió a mediados de 2006, cuando el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, para cuidar la “mesa de los argentinos” hizo desembarcar despachos y dejó a restaurantes y cadenas alemanas sin la famosa “carne argentina” cuando la demanda hacía pico por el inicio del Mundial de Fútbol de ese año.
A su vez, Argentina compra de Alemania circuitos impresos, material electrónico, autopartes y vehículos de transporte, turbinas, medicamentos y productos químicos, como herbicidas de uso en el campo.
Para Alemania, el gas argentino, si es que la planta de GNL se construye y empieza a funcionar en un plazo razonable, sería clave para preservar la viabilidad de su industria química, que incluye gigantes como BASF, hoy amenazados por el precio internacional de ese insumo básico.
A las 20:30, Fernández y Scholz realizarán una declaración conjunta en el Patio de Honor. Y a las 21 encabezarán, en el salón Libertador del Palacio San Martin, el cierre del encuentro empresarial con directivos de firmas alemanas y representantes de empresas argentinas.