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Juan Zabaleta suma críticas: “Hurlingham está detenida en el tiempo”

La inseguridad, la falta de trabajo y cuestiones estructurales que arrastran hace treinta años son algunos de los problemas que aquejan a los vecinos de Hurlingham y que el intendente no puede resolver, según afirma Andrea Giorgini, que aspira a convertirse este año en la primera mujer en gobernar el municipio.

Ya sea por el crecimiento del narcotráfico o por aventurar medidas para la Provincia sin atender a su propio municipio, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, no escapa a las fuertes críticas, que también recibió durante su paso por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, como te lo informaba oportunamente GRUPOLAPROVINCIA.COM.

Para Andrea Giorgini, precandidata a intendenta del distrito por Juntos por el Cambio (JxC), el meollo de la cuestión reside en que las “disputas políticas” dentro del oficialismo (principalmente entre Zabaleta y Damián Selci, quien lo reemplazó durante su gestión como ministro) impiden avanzar en la solución de los temas que preocupan a los vecinos.

–Usted ya ha anunciado que le gustaría ser la primera intendenta mujer de la ciudad. ¿A qué temas considera que debería darles prioridad un futuro gobierno municipal?

No tengo dudas de que a los temas que más preocupan a los vecinos, que son la seguridad, la salud, la educación y el trabajo genuino. Son los cuatro pilares que hay que fortalecer, tanto en el desarrollo de políticas locales como provinciales y nacionales.

En cada recorrida en la que charlamos con vecinos, reuniones con comerciantes, visitas, timbreos los fines de semana, son, lejos, los cuatro temas que más aparecen, con sus subvariantes, obviamente. La falta de trabajo, la falta de seguridad cada día se siente más. Este año a mí me tocó en lo personal varias veces ser víctima de hechos de inseguridad, algunos incluso muy dramáticos, que casi se llevan la vida de mi hermano. Y no es algo que me pasó a mí sola por alguna característica puntual, sino que todos los días escuchamos que desvalijan casas, que roban en la vía pública, que los motochorros están a la orden del día. Y no se ven medidas lo suficientemente acertadas como para combatirlo. Es como que siempre estamos corriendo de atrás todas esas cuestiones, ¿no?

Lo mismo en lo que tiene que ver con la educación. Estamos en febrero y hay algunas escuelas, que el año pasado terminaron sin clase, en obra, cuando faltan muy poquitos días para que comiencen las clases.

–Estos temas que usted detalla ¿no son prioridad para la gestión de Juan Zabaleta?

Creo que, si lo son, no lo están manejando de la manera suficiente. Probablemente lo que haya tenido que ver en que no veamos soluciones a estos temas es el cambio de gestión que hubo en el medio: cambio de prioridades, cambio de paradigmas. Los vecinos de Hurlingham constantemente refieren que se sienten rehenes de las disputas políticas del oficialismo. Cambian las reglas del juego y los funcionarios a mitad de camino y, obviamente, en eso se enmarca la falta de soluciones reales y contundentes. Es una gestión que comenzó en un gobierno, en la mitad cambió, volvió el anterior y no hubo una continuidad, como sí pasó en otros municipios, donde la lista estaba integrada por gente del mismo espacio político y entonces, al irse el intendente a un cargo nacional o provincial, había una continuidad en la gestión. Acá en Hurlingham no pasó. Entonces, obviamente, hay un montón de falencias que algunos las adjudican a unos, otros las adjudican a otros, pero no se pueden adjudicar a un mismo equipo de trabajo que haya tomado las riendas de la política local en estos años.

–Si pudiera definir de alguna manera al gobierno de Zabaleta, ¿con qué palabras lo haría?

Siempre uso la misma: insuficiente. Yo soy una persona muy respetuosa de la voluntad popular y Zabaleta es un intendente que mis vecinos han elegido dos veces. Entonces, si yo la calificase de una manera disvaliosa, estaría ninguneando el voto de los vecinos. Pero, sinceramente, sí la siento insuficiente. No vemos avances en estos casi ocho años de gestión. Las calles siguen igual de rotas, el hospitalito sigue siendo difícil en su atención. Siento que quizás las prioridades durante esta última gestión pasaron más por la política que por el territorio. Y creo que, como yo, hay un montón de vecinos que están absolutamente convencidos de que el próximo gobierno tiene que venir de la mano de un vecino, que el compromiso lo tenga no con su espacio político únicamente, sino con los vecinos de Hurlingham que lo votaron.

–Usted es precandidata de Patricia Bullrich a nivel local. ¿Cómo avanza la campaña?

No estamos técnicamente, todavía, en tiempos de campaña, pero yo no he dejado de caminar prácticamente nunca. Hace unos cuantos años que estoy metida en la política de Hurlingham: fui jefa de ANSES, después fui concejal, fui precandidata a concejal en la elección anterior. Saqué 30.000 votos; eso me da también una responsabilidad con toda esa gente que me viene acompañando. Así que, si bien no son tiempos de lo que técnicamente es una campaña, de presentación de propuestas, de candidatos y demás, sí vengo trabajando para tratar de tener, cuando llegue ese momento, el mejor equipo, las mejores propuestas, y poder gobernar Hurlingham a partir del 2023.

–Recientemente, ha denunciado a través de las redes sociales la vandalización de cartelería de su espacio. ¿Esto la sorprendió? Es un hecho realmente lamentable, y ha recibido el apoyo de referentes provinciales.

Sí. Lamentablemente, de ningún referente local, ni de mi propio espacio ni de los espacios distintos, lo que sí veo como algo lamentable, porque la vandalización y la persecución política son lamentables le toquen a quien le toquen, ¿no? Nosotros pusimos un cartel. No duró prácticamente nada, pero no sólo eso. En los últimos días nos robaron más de 400 carteles más chicos, de esos que se les dice comúnmente “paleros”, no esos que se pegotean y afean toda la ciudad sino que se clavan y después se desclavan. Y nos han sacado más de 400. Lo cual empieza a demostrar que, evidentemente, a alguien le preocupa el avance de un verdadero cambio.

–Por último, ¿qué mensaje le gustaría dejarles a los vecinos de la ciudad?

Me gustaría que sepan que hay un gran grupo de vecinos absolutamente comprometidos con los temas locales, que venimos trabajando en propuestas que se ajusten a las necesidades que nos cuentan todos los días. Que vivimos acá y que entonces queremos que la ciudad mejore. Que nuestro compromiso no es con un partido político solamente, ni con mantener los beneficios de cada uno, sino que somos diferentes profesionales de diferentes barrios y demás, y lo que queremos es que Hurlingham cambie de una vez y de verdad. Que podamos estar como en algún momento fuimos, reconocidos como “la perla del Oeste”, cosa que ya no ocurre. Transitamos hacia San Miguel, hacia Tres de Febrero, hacia Ituzaingó, hacia Morón, y vemos que todos esos municipios crecieron muchísimo más que Hurlingham, que sigue detenido en el tiempo, con los mismos problemas de hace treinta años: falta de cloacas, falta de agua potable, una pavimentación cada vez más destruida. Y bueno, queremos ponernos al frente de una gestión que se ocupe de poner orden. Joaquín de la Torre y Patricia Bullrich usan mucho esa expresión. Lamentablemente, en los últimos años se desvirtuó el significado de la palabra orden. El orden es algo absolutamente necesario para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Justamente, ordenar las prioridades, poner en valor cuáles son las necesidades y los intereses de la gente que vive acá. Y entonces discutimos si realmente necesitamos una reserva ecológica o que mejore el instrumental del hospitalito; si necesitamos recitales grandilocuentes con artistas afamados o lo que necesitamos es que las escuelas que no funcionan puedan funcionar. Yo estoy absolutamente convencida de que hay otra manera de administrarlo, de que se puede ser más austero, de que se puede ser más eficiente. Ya lo hice en todas las gestiones en las que estuve a cargo y creo que llegó el momento de que se ponga orden en el municipio de Hurlingham también