Quejas y demoras en los centros de testeo para turistas y porteños de regreso
Viajeros que llegaron a la Ciudad luego del fin de semana largo aseguraron que encontraron los centros cerrados antes de tiempo y que, en algunos casos, faltaban elementos para realizar los testeos de saliva e incluso personal.
Los centros de atención dispuestos por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires para canalizar los testeos obligatorios que tanto turistas como porteños que regresan al distrito luego de permanecer tres días a más de 150 kilómetros de distancia se vieron desbordados en las últimas horas, lo que generó quejas y demoras de las personas que se vieron imposibilitadas de cumplir con la reglamentación.
En el marco de los cuestionamiento por la excesiva demora en el otorgamiento de turnos y el colapso en los centros de atención dispuestos para cumplir con la normativa que comenzó a regir el 1 de diciembre y que se puso a prueba con el regreso del fin de semana largo, el Ejecutivo porteño resolvió sumar otros dos nuevos espacios para intentar contener la demanda.
Así lo anunció el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en el marco del reporte sobre la situación sanitaria del distrito en el marco de la pandemia de coronavirus que brindó esta mañana en la sede del Gobierno de la ciudad, en el barrio porteño de Parque Patricios, en el que salió al cruce de las críticas de los porteños que se toparon con las dificultades para poder cumplir con lo requerido por para el reingreso al distrito.
«La palabra colapso no se ajusta a lo que ocurrió ayer, está totalmente fuera de rango», respondió Quirós al ser consultado sobre las quejas y aseguró que «hubo una demora de entre una y dos horas».
Viajeros que llegaron a la Ciudad luego del fin de semana largo aseguraron que encontraron los centros cerrados antes de tiempo y que en algunos casos faltaban elementos para realizar los testeos de saliva e incluso personal.
Al respecto, Quirós señaló que a los dos lugares habilitados para la atención de pasajeros que llegan en sus propios vehículos -el Centro de Convenciones y en el Edificio de la Munich (en Costanera Sur)-, se sumarán uno en Callao al 500 y otro en Flores sur, aunque no precisó las direcciones exactas.
Además, el funcionario porteño remarcó que el testeo «no es indispensable hacerlo al mismo tiempo que ingresan a la Ciudad» sino que «pueden hacerlo dentro de las 24 horas».
Incluso, señaló que «es indistinto desde el punto de vista sanitario si lo hacen dentro de las 24 o las 48 horas».
Desde el 1 de diciembre pasado, la firma de una declaración jurada y la realización de un test de saliva es obligatorio para todos los mayores de 12 años que hayan salido de la Ciudad por más de tres días y a más de 150 kilómetros.
Quirós defendió además la decisión del Gobierno porteño de realizar estos testeos a los que calificó como «un servicio que la Ciudad le da a sus ciudadanos».
«Lo que le ofrecemos a la ciudadanía es que, a la vuelta de ese período de mayor riesgo (por las vacaciones), podamos estar todos con cierto nivel de seguridad de que, al menos una parte de las personas que potencialmente se hubieran contagiado, los pudiéramos detectar precozmente», detalló Quirós y enfatizó: «Es una tranquilidad para ustedes».
«Sabemos que es una molestia pero también es una tranquilidad para todos», indicó Quirós quien, a pesar de que quienes no se realicen el test pueden recibir una multa, aseguró que la medida no tiene un carácter «punitivo».
«Es un servicio que la Ciudad le da a todos sus ciudadanos para que sigamos cuidándonos entre todos, el objetivo no es punitivo, estamos construyendo un camino de cuidado colectivo», puntualizó.