El Gobierno evalúa dictar la conciliación obligatoria para evitar más paros de controladores aéreos

El Secretario de Trabajo, Julio Cordero, puntualizó: “Hay que pensar que podemos llegar a una solución real”. Además, el funcionario se refirió a la reforma laboral

La segunda jornada de paro de los controladores aéreos en Argentina generó una ola de complicaciones para miles de pasajeros, mientras el Gobierno evalúa los pasos a seguir. En este sentido, el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero, afirmó: “Estamos evaluando la conciliación obligatoria”.
“La conciliación obligatoria se dicta por el plazo de quince días y puede ser extendida cinco días más. Luego ya quedan las partes en libertad de acción y, por lo tanto, nosotros estamos tratando de ver hasta qué punto no pueden ponerse de acuerdo las partes”, explicó el funcionario en comunicación con Radio La Red.
Según Cordero, el equipo de la Secretaría está trabajando intensamente y monitorea las reuniones que se desarrollan tanto en la sede oficial como en otros ámbitos, con la expectativa de que se logre un acuerdo que evite mayores perjuicios a los usuarios.
El conflicto, que ya afectó ayer a 24 mil pasajeros y amenaza con extenderse durante varios días, tiene como eje central la reincorporación de trabajadores despedidos, revisión de condiciones laborales y el cumplimiento de aspectos del convenio colectivo de trabajo, así como la mejora de refrigerios y la revisión de la complejidad de aeropuertos.
Cordero señaló que existe una dificultad recurrente para acordar las guardias mínimas en actividades esenciales como el control aéreo. En este sentido, destacó que la reforma laboral propuesta por el Gobierno contempla la regulación de las guardias mínimas en sectores estratégicos, con el objetivo de garantizar un mayor orden y evitar que los usuarios queden “rehenes” de los conflictos gremiales.

La reforma laboral
En otro tramo de la entrevista, Cordero defendió el proceso de elaboración del proyecto y subrayó que se trató de un trabajo “muy valioso” que involucró a distintos ministerios, sindicatos, empresarios, senadores y diputados. “La ministra Sandra Pettovello dijo: ‘La reforma no puede quitar ningún derecho esencial’”, recordó el secretario, quien también mencionó la participación del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y del equipo de Capital Humano y Economía. Según Cordero, el proyecto fue depurado a través de mesas de diálogo y busca dar certeza tanto a empleadores como a trabajadores, corrigiendo aspectos litigiosos y promoviendo la formalización del empleo.
El funcionario rechazó las críticas de los sindicatos y de sectores de la oposición que acusan al Gobierno de intentar recortar derechos laborales. “Las críticas que se hacen son: ‘Se bajan derechos’. ¿Cuál? ¿En qué lugar?”, cuestionó Cordero, quien sostuvo que el proyecto está diseñado para ordenar el sistema laboral y reducir las cargas sociales en la medida de lo posible, sin afectar el equilibrio fiscal. Además, remarcó que la ciudadanía acompañó masivamente el rumbo propuesto por el presidente Javier Milei en las últimas elecciones, lo que, a su juicio, legitima el avance de la reforma.
Consultado sobre la rapidez con la que el Gobierno busca aprobar la reforma, Cordero negó que exista un apuro injustificado y aseguró que el proyecto es fruto de un trabajo de meses, incluso años, y que ha sido ampliamente debatido en la opinión pública y en el Congreso. “No es que hay un apuro acá. Tenga por seguro que se escucha a todas las partes, que se analizan todos los temas y que esto no es que lo hago rápido y lo hago de manera no pensada”, afirmó.
Respecto a la posibilidad de que la reforma sea judicializada, Cordero manifestó que la mejor preparación del Gobierno es haber presentado una ley “absolutamente equilibrada”, elaborada con el aporte de profesionales y académicos. El secretario sostuvo que el proyecto cuenta con sólidos fundamentos constitucionales y que cada poder del Estado debe actuar con responsabilidad e independencia.
Sobre la relación con el sindicalismo, Cordero reconoció que existen sectores que mantienen posturas tradicionales, pero destacó que otros buscan un sindicalismo renovado que promueva la creación de empleo y la distribución de la riqueza. “La ciudadanía está mirándolos con recelo. Muchos otros están buscando un sindicalismo fresco que acompañe la creación de puestos de trabajo y de bienes y servicios”, señaló.
Finalmente, Cordero expresó su convicción de que la reforma laboral permitirá generar más y mejor empleo en Argentina. “Le aseguro que si no lo creyera no lo haría”, concluyó el secretario de Trabajo.


