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El 42% de los argentinos cree que su situación económica es peor que la de sus padres, pero la mayoría piensa que a los hijos les irá mejor

Informes del ODSA-UCA y la Fundación Pensar revelan que la movilidad social histórica retrocede, aunque una mayoría tiene expectativas positivas para la próxima generación. Los jóvenes, entre la precarización y las dificultades para acceder a la vivienda

El 42% de los argentinos considera que su situación económica actual es peor que la de sus padres. Esta percepción, arraigada principalmente en los niveles socioeconómicos más bajos, está asociada a una década de crisis recurrentes y deterioro social.

Así surge del último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA- UCA), que al mismo tiempo destaca: “Mirando hacia el futuro, el 82% cree que sus hijos o nietos tendrán más oportunidades que ellos”.

Esta expectativa positiva se acentúa en los sectores más vulnerables.

Un estudio de la Fundación Pensar confirma esta tendencia, destacando que actualmente son más los argentinos que sienten que tienen un peor pasar económico que sus padres (41%), que los que creen que es igual (27%) o mejor (27 por ciento).

Solo el 25% de los jóvenes y adultos de entre 30 y 49 años piensa estar en una condición más favorable que sus padres, cifra que se repite entre los de 16 a 29 años. Entre los encuestados mayores de 50 años, el porcentaje asciende al 30 por ciento.

De acuerdo a Nuria Susmel, economista de FIEL, el PBI per cápita promedio de los últimos 10 años es un 25% superior al de la década de 1990, y el salario real formal también se posiciona por encima de aquel período.

Además, la tasa de informalidad laboral es más baja, la distribución del ingreso se mantiene similar, la desocupación es menor y el porcentaje de trabajadores asalariados formales sobre el total del empleo es más alto.

Así, los indicadores sugieren que, en promedio, esta generación no está peor que la anterior.

El PBI per cápita promedioEl PBI per cápita promedio de los últimos 10 años es un 25% superior al de la década de 1990 (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, el panorama cambia al analizar lo ocurrido en la última década: el PBI per cápita entre 2020 y 2025 cayó casi un 10% respecto a 2010-2019, el salario real formal se redujo cerca de un 20% y el porcentaje de asalariados formales sobre el total de empleo disminuyó.

A esto se suma que, a diferencia de los años 90′, hoy resulta más difícil acceder al crédito para la vivienda, lo que contribuye a que esta generación se perciba económicamente más limitada.

Susmel remarcó: “Creo que la razón por la que muchos argentinos perciben estar peor que sus padres es el deterioro de los últimos años y la idea que será difícil revertir la tendencia”.

En el ámbito laboral, los jóvenes enfrentan un alto grado de precarización: además de percibir salarios más bajos, registran una tasa de informalidad significativamente superior a la de otros grupos etarios.

En el primer trimestre de 2025, alcanzó el 63%, casi 21 puntos porcentuales por encima del promedio general. Es decir, 6 de cada 10 trabajadores de entre 16 y 24 años tienen un empleo “en negro”.

Además de percibir salarios másAdemás de percibir salarios más bajos, los jóvenes registran una tasa de informalidad significativamente superior a la de otros grupos etarios (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde otra perspectiva, Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), sostuvo que en realidad los padres sienten que los jóvenes están peor que ellos cuando tenían su edad. “Esto es producto de que la Argentina atravesó un proceso de decadencia desde principios de la década del 70′ hasta la actualidad», precisó el experto.

Y agregó: “Hace 15 años que la economía está estancada y hemos pasado ya por 3 hiperinflaciones. Vivir 50 años así provoca que los adultos pensemos de que los jóvenes viven peor que cuando nosotros éramos niños. Pero lo cierto es que ellos ya tienen otras expectativas y no se fijan si sus padres tuvieron más o menos oportunidades”

La dificultad para acceder a la vivienda propia se vuelve más notoria con el paso del tiempo. Colina explicó que “la comparación suele hacerse cuando una persona busca estabilidad alrededor de los 40 años y observa que sus padres pudieron comprar una casa, algo que hoy resulta inalcanzable para muchos”.

Expectativas a futuro

Según el informe de la UCA, poco más del 40% de los argentinos espera una situación económica peor para el país en 2026, mientras que solo 24% anticipa un empeoramiento para sí mismo o su familia.

Por nivel socioeconómico, las perspectivas futuras son más negativas a medida que el estrato de ingresos es más bajo, y la brecha entre lo que prevén para el país y para sí mismos es menor: en los sectores más vulnerables aparece menos margen para “escapar” a un escenario adverso.