Cultura

BELLAS ARTES SERA EL PRIMER MUSEO NACIONAL EN REABRIR SUS PUERTAS

En el plan por etapas diseñado para los espacios de exhibiciones, el espacio que dirige Andrés Duprat podrá visitarse a partir de este sábado, con reserva previa .

El Museo Nacional de Bellas Artes reabrirá sus puertas el próximo sábado y será el primero de la órbita nacional en poner nuevamente a disposición del público su colección, dentro de una política de aperturas escalonadas con aforo reducido que según la secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González, permitirá repensar a futuro los criterios de exhibición «que hoy tienden a medir los públicos desde lo cuantitativo y no desde lo cualitativo».

 

Después de siete meses de ausencia material tras la pausa impuesta por la pandemia, los principales espacios museísticos están listos para volver a recibir público, aunque el regreso a las exhibiciones presenciales se concretará por etapas. En el caso del Bellas Artes, a partir del sábado y con reserva previa se podrá volver a recorrer las salas de la colección permanente ubicadas en la planta baja.

 

Se trata de las espaciosas salas que alojan las obras de arte argentino del siglo XIX, arte europeo de los siglos XVI al XIX, y las colecciones Guerrico y Hirsch, que forman parte del acervo permanente del museo. Para más adelante quedará el acceso al primer piso, donde se tenía previsto montar una exhibición con obras del artista Cándido López .

 

«Reabrir el museo, aunque sea parcialmente, es una buena noticia que brinda alivio y esperanza en estos tiempos difíciles. Es uno de los espacios icónicos de la ciudad de Buenos Aires y el hecho de que vuelva a abrir sus puertas permitirá al público reencontrarse con su magnífica colección», destacó a Télam el director del Bellas Artes, Andrés Duprat.

 

«Existe un vinculo muy fuerte entre nuestros visitantes y la colección y, después de tantos meses de aislamiento, será reconfortante volver a conectarse con obras cercanas al corazón y el conocimiento de la gente como la serie sobre la guerra de la Triple Alianza de Cándido López, la «Manuelita» de Prilidiano Pueyrredón, «Sin pan y sin trabajo» de Ernesto de la Cárcova, «El regreso del Malón» de Della Valle, y con obras de grandes artistas europeos como Lucas Cranach, Rembrandt, El greco, Tiépolo, Goya, Rodin, Van Gogh y Toulouse Lautrec», detalló.

 

Duprat aseguró también que la apertura será de acuerdo al protocolo aprobado por las autoridades que implica entre otras cosas normas de higiene, control, distanciamiento social, recorridos específicos y aforos reducidos: «Tenemos referencias de la experiencia de reapertura de varios museos europeos con los que estamos en comunicación permanente. De todos modos, como todo lo relativo a la pandemia, estaremos muy atentos al desarrollo de los acontecimientos y las novedades que puedan implicar cambios y rectificaciones», dijo.

 

Además del Bellas Artes, el resto de los museos nacionales emplazados en la Ciudad de Buenos Aires volverán a reabrir sus puertas según un diagrama progresivo que aún no fue confirmado porque la mayoría de los espacios deben acondicionar su infraestructura a las pautas que el gobierno nacional estableció para prevenir el contagio de Covid-19 en un resolución que se publicó ayer en el Boletín Oficial.

 

El protocolo

 

El protocolo autoriza a los museos públicos y de gestión privada del circuito porteño a recibir público con aforo de una persona cada 1 metro cuadrado, con uso obligatorio de tapabocas, bajo la modalidad de reserva previa y dentro un rango horario que va de lunes a domingos entre las 10 y las 20. En todos los casos, se establecerán circuitos de recorrido en sentido único para impedir acercamientos imprevistos.

 

Entre las disposiciones, figura también que al ingresar se tomará la temperatura corporal de los visitantes y no se permitirá el ingreso de quienes tengan temperatura mayor a 37,5 C. También se estableció que sólo estará permitida la visita contemplativa al museo -no la celebración de actividades culturales y educativas- y que las muestras carecerán de eventos de inauguración, performances o cualquier otra situación que represente aglomeración de personas.

 

La visita será individual , entendida no como una única persona sino como una familia o una unidad de convivencia, que no sea superior a cuatro personas. En esta instancia, no estará permitida la reserva de grupos, incluyendo los escolares y, en el caso de ingreso de varis personas, el personal de recepción solicitará que informen si son convivientes y, en ese caso, se les pedirá que se mantengan juntos.

 

Finalmente, los visitantes recorrerán la muestra sin tocar las obras y no se permitirán instalaciones participativas. A su vez, se reemplazará la entrega de tarjetas, textos de sala y catálogos por sus versiones digitales.

 

«Estamos felices con la posibilidad de reapertura de los museos, sobre todo entendiéndolos como esenciales para cumplir nuestro rol en el campo de la cultura –señaló a Télam la secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González-. Es necesario frente a una situación dramática, pandémica, que no solamente provoca todos los problemas que sabemos en términos de salud o económicos sino de lo que trae aparejado términos de la vida social y los procesos de subjetivación, que se han visto sumamente afectados».

«Durante todo este período, los museos estuvieron cerrados, pero no estuvieron muertos. Ha habido mucha reflexión de cuál es la función del museo, no solo en esta pandemia sino en esta crisis global que la pandemia, como muchos otros síntomas, pone en evidencia. Porque no es un ovni que cayó sobre la tierra: es un síntoma. Trae problemas mucho más antiguos que el Covid», analizó.

 

La secretaria de Patrimonio Cultural sostiene que este contexto de visitas restringidas a los museos es una ocasión para repensar la relación entre lo cualitativo y lo cuantitativo cuando se analiza la concurrencia a los espacios: «¿Por qué siempre tendemos a medir los públicos desde lo cuantitativo y no desde lo cualitativo? Hay que medir para programar, para ofrecer. ¿Por qué para generar políticas a veces lo cuantitativo se come a lo cualitativo? «, planteó González.

 

Para la historiadora, el museo es tradicionalmente un lugar de cita co-presencial: «en ese sentido hay una convivialidad de cuerpos, que es justamente lo que se tornó más peligroso o amenazante en la pandemia y lo que por lo tanto, afectó de esta manera tan dramática a la vida social y a las propias subjetividades», sostuvo.

 

«Ahora tenemos una enorme posibilidad de avanzar en esta exploración para poder afinar y explorar nuestras políticas, no solo para que abarque cada vez más comunidades, minorías, subjetividades, sino también para afinar qué es lo que les ofrecemos. Porque inclusión no significa solamente abro la puerta y entrás, sino trabajar afinadamente, dialógicamente, para ofrecerte algo que sea cada vez más de calidad y que tenga que ver con tus especificidades», amplió González.

 

Según la secretaria de Patrimonio Cultural, «si bien con lo virtual hemos podido sostener el trabajo cultural y hacer llegar a nuestros públicos un montón de lo que podemos llamar capital simbólico, sin duda hay algo en la posibilidad del encuentro que los museos amplifican».

 

«Otro tema muy interesante que nos permitió reflexionar, es el tema de la despolarización y la desfederalización en cuanto a la familia de los museos. Obviamente vamos a abrir el Bellas Artes porque la gente lo espera y en este sentido es el museo más importante dentro de la familia de los museos, pero esto de ser reconocido como tal genera una, a veces, una invisibilidad relativa en relación a otros museos que son más pequeños pero que son súper interesantes», explicó.

 

FUENTE: TELAM

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