Dos ataques rusos dejaron 19 muertos en el sur de Ucrania

La región ucraniana de Odesa el escenario de la ofensiva que se produjo mientras los líderes occidentales prometen enviar más ayuda militar, y que coincide con el pico más alto de la inflación europea impulsada por los aumentos de la energía y los alimentos.

Al menos 19 personas murieron, entre ellas dos niños y una mujer embarazada, y decenas resultaron heridas, en dos ataques rusos en la región ucraniana de Odesa, un día después de que los gobernantes de la OTAN concluyeron su cumbre en Madrid con el anuncio del envío de 800 millones de dólares en nuevas armas para Ucrania.

El ataque se produjo la noche del jueves en el marco de la invasión rusa y, según el jefe del Servicio Estatal de Emergencia (SES), tenía como objetivo una zona residencial, según informó la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.

«Los trabajadores de los servicios de rescate están trabajando en la zona», indicó antes de confirmar que entre los fallecidos hay una mujer embarazada. Además, pidió a la población «no ignorar los bombardeos y acudir a refugios». El edificio golpeado tenía nueve plantas.

Al término de la cumbre de la OTAN en Madrid, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden afirmó que su país va a seguir «con Ucrania y toda la alianza va a seguir con Ucrania el tiempo que sea necesario para asegurar que no sea derrotada por Rusia», en una confesión que el canciller ruso, Serguei Lavrov, emparentó con un regreso a la Guerra Fría.

La nueva ofensiva rusa en Odesa coincidió también con las sombrías novedades sobre el alza de la inflación en la eurozona, que pulverizó todos los récords con 8,6% interanual, impulsada por los fuertes aumentos en los precios de la energía y los alimentos.

El índice de inflación interanual ya había registrado 8,1% en mayo y ha quebrado todos los récords de su serie histórica desde noviembre de 2021, a raíz del alza en el precio de la energía, aunque la tendencia se consolidó con la ofensiva rusa en Ucrania, anunció este viernes la agencia de estadísticas Eurostat.

Una posible búsqueda de distensión surgió con la visita a Moscú del presidente indonesio, Joko Widodo, el jueves, luego de pasar por Kiev.

El mandatario dijo que le dio al líder ruso, Vladimir Putin, un mensaje de su par ucraniano, Volodimir Zelenski.

Ninguna de las partes ha revelado lo que dice la nota.

En tanto, horas después del fin de la cumbre de la alianza militar atlántica un misil cayó en un edificio de departamentos en la región sureña de Odesa, destruyendo la estructura de nueve pisos y causando la muerte de 14 personas y heridas a otras 30, según cifras oficiales.

El portavoz de la administración regional de Odesa, Serguei Bratchuk, anunció que otras tres personas, incluyendo un niño, murieron en un centro recreativo en la misma zona.

«Se dio el peor escenario posible y dos aviones estratégicos llegaron a la región de Odesa», dijo Bratchuk en una entrevista televisiva. Agregó que los aviones dispararon misiles «muy pesados y muy potentes», reportó la agencia AFP.

Los ataques de este viernes ocurrieron un día después de que las fuerzas rusas abandonaron sus posiciones en la isla de las Serpientes, cerca de la costa de Odesa.

La isla era un símbolo de la resistencia ucraniana en los primeros días de la guerra, y está considerada como un punto estratégico por su ubicación contigua a las rutas marítimas cercanas al puerto de Odesa.

Rusia intentó instalar baterías de misiles y defensa aérea en el sitio cuando sus fuerzas fueron atacadas con drones.

La decisión de abandonar la isla de las Serpientes «cambia considerablemente la situación en el mar Negro», declaró Zelenski el jueves.

«Todavía no garantiza seguridad, no garantiza que el enemigo no regresaría. Pero limita considerablemente las acciones de los ocupantes», agregó en su mensaje diario.

El primer ministro británico, Boris Johnson, mencionó la isla de las Serpientes al advertir al presidente ruso que cualquier posible acuerdo de paz se haría bajo los términos ucranianos.

«Hemos visto lo que Ucrania puede hacer para replegar a los rusos. Hemos visto lo que hicieron alrededor de Kiev y Jarkov, y ahora en la isla de las Serpientes», declaró Johnson.

El ministerio ruso de Defensa calificó la salida de la isla como un «gesto de buena voluntad» para mostrar que Moscú no interfiere con los esfuerzos de la ONU de organizar las exportaciones de granos ucranianos.

Ucrania es una potencia agrícola, pero la invasión rusa dañó tierras de cultivo y sus puertos fueron tomados, destruidos o bloqueados.

Potencias occidentales han acusado a Putin de usar la cosecha ucraniana capturada como arma para presionar a la comunidad internacional, y de robar cereales.

El jueves, un barco con 7.000 toneladas de granos salió del ocupado puerto ucraniano de Berdiansk, aseguró el líder regional designado por las fuerzas de ocupación rusas.

En tanto, los misiles rusos continuaron cayendo en ciudades de toda Ucrania, y un funcionario de la ONU indicó el jueves que 16 millones de personas en el país enfrentan necesidades de ayuda humanitaria.

A su vez, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció este viernes la instalación de tres plantas de concreto premezclado en Donetsk para reconstruir la infraestructura de esa región.

«Los especialistas de la unidad de construcción del Ministerio de Defensa instalaron tres plantas de concreto premezclado para las obras de infraestructura», señaló la entidad en un comunicado recogido por la agencia Sputnik.

La primera planta fue instalada en el tiempo récord de tres semanas y las otras dos también están listas empezarán a operar en los próximos días, precisó el organismo.

Donetsk busca reconstruir sus infraestructuras tras más de ocho años de bombardeos por parte de Ucrania, luego de que se independizó de Ucrania en mayo de 2014 tras desconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev en febrero de ese mismo año, y de que el gobierno ucraniano desconociera sendos acuerdos de paz que había firmado con Rusia.

Según estimaciones de la ONU, hasta febrero de este año las hostilidades dejaron más de 14.000 muertos.